Siguiendo con la presentación de herramientas que te puedan ayudar al análisis de problemas en tu empresa, una muy conocida es el diagrama de Pareto, también conocido como curva de Pareto. Este diagrama es una herramienta gráfica que se utiliza para representar y analizar la distribución de un conjunto de datos en orden descendente según su importancia. Esta herramienta se basa en el principio de Pareto, que afirma que un pequeño número de elementos (aproximadamente el 20%) generalmente contribuye de manera significativa (alrededor del 80%) a un resultado específico, afirmación también conocida como la regla del 80% 20%.

El diagrama de Pareto consta de dos elementos clave:

1. Gráfico de barras:
   • En el eje vertical (eje y) se representan las frecuencias, que pueden ser el número de ocurrencias, el coste, el tiempo, o cualquier otro valor relevante.
   • En el eje horizontal (eje x) se muestran las categorías o elementos que se están analizando. Estas categorías se organizan en orden descendente según su importancia.
2. Curva acumulada:
   • Además del gráfico de barras, se suele incluir una curva acumulada que muestra la contribución acumulativa de los elementos. Esto ayuda a identificar cuándo se alcanza el punto en el que se supera el 80% o cualquier otro umbral deseado de contribución.

El proceso para crear un diagrama de Pareto implica los siguientes pasos:

1. Identificar el problema o el conjunto de datos que se va a analizar.
2. Recopilar datos relativos a las causas de dicho problema y categorizar dichas causas.
3. Calcular la frecuencia o el valor asociado con cada categoría.
4. Organizar las categorías en orden descendente según la frecuencia o el valor.
5. Crear un gráfico de barras que represente las categorías en función de su frecuencia o valor.
6. Agregar la curva acumulada si es necesario para mostrar la contribución acumulativa.
7. Analizar el gráfico para identificar las categorías más importantes y tomar decisiones basadas en esta información.

El diagrama de Pareto es especialmente útil en la toma de decisiones, ya que permite priorizar los problemas o áreas en las que se debe enfocar la atención para lograr mejoras significativas, esto es concentrarse en las principales causas (20%) que generan una importante proporción de los resultados (80%).

Con la aplicación de esta herramienta se logran importantes ahorros de tiempos y recursos en la resolución de problemas o de gran parte del ellos.