INNOVACIÓN ABIERTA

LA INNOVACIÓN ABIERTA COMO PARADIGMA PARA EL DESARROLLO DEL INTERIOR DEL INTERIOR

Mandato de Innovación.
“La mayoria de las innovaciones fracasan. Y las compañías que no innovan desaparecen. ”
Chesbrough, 2003

Todos percibimos, de una manera u otra, que vivimos una época caracterizada por cambios constantes y vertiginosos.  El origen de estos cambios es multicausal, pero no caben dudas que uno de los principales factores es la tecnología que ha permitido la digitalización, la disrupción, la desmonetización (costos incrementales que tienden a cero), la desmaterialización de muchos productos y la democratización en el acceso a los mismos.

Para las empresas, lo anterior se traduce en escenarios más competitivos, el fin del monopolio del conocimiento, la dificultad para retener el talento, la necesidad de lanzar rápido los productos al mercado, enfrentar consumidores más informados y exigentes, lidiar con la incertidumbre respecto del ciclo de vida de los productos frente a la siempre latente posibilidad de que uno nuevo y disruptivo desplace del mercado los productos de la empresa, entre otras cuestiones.

El contexto descrito ha favorecido el desarrollo de un nuevo paradigma: “la Innovación Abierta”. En el siglo XX la mayor parte de la innovación vino de la mano de grandes empresas con importantes recursos destinados a los departamentos de I+D, donde todos los procesos de generación de ideas y desarrollo de las mismas hasta su llegada al mercado y explotación comercial, sucedían y se controlaban internamente (paradigma de innovación cerrada).

En los procesos de innovación abierta las empresas van más allá de sus propias fronteras y se vinculan con agentes externos (sea Estado en sus diferentes niveles, otras Empresas, Consultoras, Universidades u otros Centros de Conocimientos y/u otras Organizaciones) para llevar adelante procesos de innovación en forma colaborativa, compartida, asociativa y en red. Pretender que una organización, por sí sola, encuentre las respuestas a todos los desafíos complejos que enfrenta, resulta como mínimo una idea bastante vanidosa.

Asimismo, y en la medida en que entendamos que los referidos cambios afectan no solo a las empresas sino también a todas las organizaciones sociales de diversas índoles, el paradigma de la innovación abierta resulta aplicable a entidades gubernamentales, educativas, deportivas, ambientales, culturales, sociales, etc.

Este nuevo paradigma ya es una realidad en países de primer mundo y en las grandes ciudades de otros. Mi inquietud, ¿cómo hacemos para que llegue al interior del interior de nuestro país? … 

Son diversos los actores que pueden participar en los procesos de innovación abierta en las localidades de interior, con actividades que pueden potenciarse con el uso de herramientas digitales e internet.

En Consultora Demyn tenemos la profunda convicción de que la adopción de este nuevo paradigma resulta fundamental para el desarrollo del entramado socio productivo de las localidades del interior, no solo para la supervivencia de las empresas actuales sino también para la generación de nuevas. Por ello, nos hemos capacitado para acompañar a los Municipios, Cámaras Empresariales, Agencias de Desarrollo, Empresas y demás Organizaciones en los procesos de:

No hay actores pasivos. Lo que le sucedió a Kodak (de la mano de la fotografía digital que ellos mismos habían inventado pero retrasaron su salida al mercado) y lo que sucedió a Blockbuster (de la mano de Netflix) son dos ejemplos épicos que pululan en todos los manuales de innovación, y ratifican que el mandato es «crear o morir» (Oppenheimer, A., 2014) Definitivamente el costo de oportunidad de innovar es demasiado alto.

Walter Giorgis
Cr. Público
MP 10-11253-9 CPCEC